Sufrí una lesión a los 2 años, que me abrió la mejilla izquierda y me dejó una cicatriz hipotrófica. Para un rostro joven, pequeño y suave, la imperfección era notoria. En la primaria, recuerdo que las dos primeras preguntas al conocer niños nuevos eran: ¿Cómo te llamas? ¿Qué le pasó a tu cara?

Así fueron todos los años. Me molestaba, me avergonzaba mucho, era muy penoso. Finalmente en la adolescencia, acepté mi cicatriz, ya que la comparé con otras más pequeñas como la varicela y el acné, incluso con el vello facial, que me ayudó a relativizar la prominencia de la cicatriz.

Pero tengo suerte. No era una gran cicatriz hipertrófica o queloide, sino solo una pequeña cicatriz hipotrófica. Sin embargo, pude ver cómo se sienten las personas cuando el proceso de cicatrización de sus heridas lleva meses de recuperación, y el resultado no ha sido el esperado.

Como ejecutivo e inventor de tecnología médica, me concentro en la combinación de biomateriales de silicona con tecnologías portátiles que suministran energía al cuerpo para ayudar a los pacientes.
Después de dos años de investigar los productos actuales para el manejo de cicatrices y las necesidades no satisfechas del paciente, mi equipo y yo desarrollamos CicaLux – Energized Scar Therapy.

CicaLux ayudó a mi cicatriz hipertrófica de hombro de hace 5 años. ¡Esperamos que también ayude a tu cicatriz!

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